En un verdadero basurero se ha convertido la cabecera municipal de Tulum, el cual se ve sumergido por decenas de vertederos clandestinos de desechos sólidos que además de dar una pésima imagen de este polo turístico, generan verdaderos problemas de salud pública, que poco parece importarle al actual presidente municipal Diego Castañón.
El cual está sumamente preocupado y ocupado con su imagen pública en acción de precampaña, pues sueña con contender y permanecer como presidente municipal, por el próximo lapso de tres años.
Estos basureros clandestinos, que están fuera de control, no solo son una afrenta a la belleza natural de Tulum, sino que también representan un riesgo significativo para la salud de los habitantes locales y los turistas que visitan la zona.
La acumulación de desechos orgánicos en estos sitios se ha convertido en criaderos ideales para el Aedes aegypti, el mosquito transmisor del Dengue, Zika y Chikungunya.
Tan sólo en la ultima semana, se ha reportado un incremento significativo en los contagios por vector en el noveno municipio, triplicando los registrados en semanas anteriores.
Por si fuera poco, otro sector descuidado por el flamante presidente Diego Castañón es la llegada de turismo masivo al destino que genera una gran cantidad de residuos, que se han convertido en un problema cada vez mayor en la ciudad.
En promedio, Tulum recibe dos millones de turistas al año, lo que genera cerca de 120 mil 570 toneladas de residuos anuales, según la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente.
Esto ha dejado entrever la falta de infraestructura y recursos destinados a solucionar la problemática.
