Pedro Cab, productor de la cabecera municipal de Lázaro Cárdenas, resaltó que, durante estos periodos de calor intenso, los bovinos aumentan el consumo de agua y la frecuencia de abrevado.
Como ganaderos o pequeños productores, tienen que estar atentos para evitar afectaciones considerables y pérdidas.
El productor explicó que uno de los efectos de las altas temperaturas es la pérdida del apetito del animal. Esto conlleva a una disminución de peso y, a su vez, ocasiona una afectación a la hora de venderlo para el sacrificio y la obtención de carne, ya que los compradores suelen abaratar los precios.
Por lo anterior, la única opción que tiene el productor es ser él quien sacrifique a su res para venderla al público, a precio más económico y buscando recuperar la inversión realizada. De ahí que sea común escuchar o ver en varios domicilios ganaderos que hay venta de carne.
Debido al intenso calor, los bovinos pierden agua exponencialmente al respirar, jadear, transpirar, orinar, defecar o producir leche. Por esta razón, en estos períodos de calor intenso, incrementan el consumo de agua y la frecuencia de abrevado, y es cuando los ganaderos deben estar aún más atentos.
Las elevadas temperaturas y la falta de lluvias están ocasionando escasez de alimentos para las reses, pues el poco pasto de los potreros se seca. No todos los productores tienen bombas o sistema de riego, ni recursos para conseguir energizantes para sus animales. Por ello, están bajando de peso y, en algunos casos, se opta por sacrificarlos para vender su carne, ya que es más redituable que venderlo a otro ganadero, quien ofrecería muy poco debido a la condición de las reses.
Cab añadió que también se reducen los índices reproductivos y aumenta el riesgo de mortalidad de los animales debido al calor. La temperatura corporal normal de los bovinos es de 38 a 38.5 grados centígrados, pero cuando pierden la capacidad de hacer frente al ambiente se eleva y puede superar los 42 grados centígrados, volviéndose letal para el animal.
Finalmente, enfatizó que la falta de lluvias y el intenso calor están causando problemas graves para los ganaderos, por lo que requieren del apoyo de las autoridades municipales y estatales, a quienes ya han solicitado ayuda.