El Recinto Fiscalizado Estratégico de Chetumal es presentado como la panacea que iniciaría una nueva era de economía y de inversión en la capital del estado, y que incluso lograría recuperar el brillo del Chetumal de antaño.
Sin embargo, no se trata más que de una simulación y de un negocio privado con altos costos de inversión, plazos forzosos y restricciones de movilidad comercial.
En la realidad, el Recinto Fiscalizado Estratégico de Chetumal representa un infranqueable obstáculo para que los empresarios locales puedan aprovechar y sacar el máximo provecho al decreto de zona libre para Chetumal, emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Mientras tanto, el sueño de Chetumal de volver a ser una verdadera zona libre quedará como algo inalcanzable, en tanto las autoridades locales no se comprometan a realizar las acciones necesarias para que se cumpla, ya sea por apatía, intereses oscuros, o desprecio a la zona sur del estado.