La desesperación se puede convertir en el peor enemigo de los políticos verdes, en su ciega desesperación por alcanzar una candidatura.
Y así parece que le ocurrió al presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Renán Sánchez Tajonar, quien en un acto desesperado por ganar el favor del voto de los cozumeleños, cayó en el peor de los fiascos político electorales.
Y fue así, porque durante la entrega de la medalla al mérito de protección al ambiente, Ramón Bravo Prieto, utilizó todo su poder para callar voces contrarias.
Tal y cual niño en su fiesta de cumpleaños, Sánchez Tajonar se encargó de evitar que otras figuras adversarias figuren en su fiesta, tal y como ocurrió con la actual presidenta municipal de Cozumel, Juanita Alonso Marrufo, presidenta municipal de Cozumel, por el partido Morena.
Tajonar vio en ella a su rival a vencer, porque ella está en todo su derecho de buscar la reelección, y los cozumeleños decidirán si le dan, una vez más, si le dan el voto de confianza.
El legislador buscó a toda costa que su nombre no fuera mencionado en ningún momento durante el evento, donde fue convocada toda la crema y nata de la política cozumeleña, de donde han surgido al menos 4 gobernadores del estado.
Aquí los cozumeleños son los que deben de tomar en cuenta todas estas actitudes narcisista del legislador verde que buscará gobernar la isla de las golondrinas en el 2024.
Independientemente de que la presea no se debió entregar en Cozumel, sino en Isla Mujeres, y que se debió entregar desde el 22 de abril, según fue aprobado desde febrero por la actual XVII Legislatura, el evento ni fue más que un burdo acto proselitista, a la antigua usanza del Partido Revolucionario Institucional.
Lo peor del caso, es que tal parece que en la actual conformación del Congreso del Estado no existe oposición. Las bancadas de los demás partidos se prestaron y fueron comparsa de Sánchez Tajonar para celebrar con bombos y platillos su autodestape para las elecciones del 2024.
Situaciones como estas no deben tener lugar en un gobierno y un poder Legislativo que está encabezado por una abrumadora mayoría de la alianza morenista.
Al parecer, el Partido Verde Ecologista de México va con todo en este próximo proceso electoral. Y como ya se ha visto antes, a este partido verde no le importa violar las leyes electorales, ni le importa meterse en actos anticipados de campaña, ni le preocupa que utilicen sus colores en las tarjetas de beneficio social.
Total, se saben intocables con la alianza morenista, a la presidencia de la república en el 2024.