El “gobierno del cambio”, dejó a la administración de la gobernadora Mara Lezama, una deuda bancaria de 20 mil millones de pesos así como otra a corto plazo por casi siete mil 500 millones de pesos. En un año, el logro de su administración ha sido pasar de un Estado sumido en una crisis compleja y paralizado a una entidad dinámica y con la mayor inversión federal que se ha gestionado.
En el marco de su primer informe, la gobernadora Mara Lezama explicó que lo primero que hizo fue atender el origen del problema, la mala distribución del presupuesto, al aplicar políticas de austeridad para redirigir el dinero del pueblo a lo más urgente, combatir la corrupción, cerrar las brechas por donde se fugaban los recursos y transparentar el manejo honesto de los recursos públicos.
Mara Lezama impulsó el uso eficiente el recurso público para tener liquidez y una vez que se puso orden se logró reducir la deuda absoluta del Estado en más de 2 mil 100 millones de pesos.
De esta manera, Quintana Roo pasó por primera vez en siete años, del semáforo amarillo a verde en el Sistema de Alertas de Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y por primera vez en cinco años mejoraron las calificaciones crediticias, de acuerdo a calificadoras internacionales.
Además, la Secretaría de Finanzas obtuvo el 100% en el Índice Global de Cumplimiento de Transparencia y el estado se sitúa en el primer lugar en el ranking nacional del Índice de Calidad de la Información sobre Recursos Federales Transferidos.
El buen manejo de las finanzas permitió obtener el 100% en el Barómetro de Información Presupuestal 2023, de acuerdo al Instituto Mexicano de la Competitividad.
La gobernadora Mara Lezama destacó que todos estos indicadores significan un control estricto en el manejo de los recursos públicos, que es lo que permitió “cerrar esas grietas por donde se iba el dinero del pueblo hacia las cuentas bancarias o los apetitos materiales de algunos funcionarios corruptos”.