Tres tigres de bengala murieron de hambre al no ser retirados por las autoridades competentes para su cuidado y resguardo, luego de ser asegurados en un operativo entre autoridades de seguridad estatal y federal
Tres tigres de bengala murieron de hambre al no ser retirados por las autoridades competentes para su cuidado y resguardo, luego de ser asegurados en un operativo entre autoridades de seguridad estatal y federal.
Tras esos cinco días de operativos, habitantes de varias comunidades del municipio de Quechultenango, rodearon a los oficiales estatales y federales
Los felinos formaron parte de los decomisos que hicieron en una jornada de cinco días de operativo policíaco personal de la Sedena, la Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado de Guerrero.
Tras esos cinco días de operativos, habitantes de varias comunidades del municipio de Quechultenango, rodearon a los oficiales estatales y federales y durante seis horas no los dejaron realizar ninguna maniobra hasta que en una negociación lograron que dejaran en libertad a los elementos policiacos, a quienes no les permitieron llevarse nada de lo que habían decomisado, incluyendo los tigres.
Los animales, que habían sido decomisados fueron dejados a su suerte en el interior de una jaula y nadie se atrevió a acercarles agua o comida
Los animales, que habían sido decomisados fueron dejados a su suerte en el interior de una jaula y durante varios días nadie se atrevió a acercarles agua o comida por temor a ser agredidos.