Luisa María Alcalde acudió por primera vez como Secretaria de Gobernación a la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en donde calificó de “misóginos” los comentarios que se han hecho en su contra.

“Este tipo de comentarios tan abiertamente misóginos, machistas, que ponen en evidencia todavía un pensamiento conservador solo puedes ubicar a una mujer o a una mujer joven en algunos espacios de la sociedad”, declaró este viernes en la rueda de prensa.

La secretaria también sostuvo que los espacios de mando se han abierto para las mujeres recientemente.

“Son varias ya las mujeres que han venido mando, no solamente el gabinete, sino responsabilidades de primer nivel”, subrayó.

A su vez, AMLO reconoció la labor de Alcalde ante los comentarios que se han hecho en su contra.

“Es una profesional, una muy buena servidora pública, con mucha experiencia, pero sobre todo sensible y honesta”, apuntó.

Luisa María Alcalde fue nombrada esta semana como próxima secretaria de Gobernación, el puesto más importante del gabinete, tras la renuncia de Adán Augusto López, quien buscará la presidencia de México en 2024.

En su lugar, Marath Bolaños Torres asumirá la titularidad de la Secretaría del Trabajo.

Alcalde, quien ha acompañado a AMLO desde la fundación del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), es la secretaria de Gobernación más joven en la historia de México. Abandona la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) tras avances laborales como el aumento del salario mínimo.

Pero desde que se anunció su nombramiento el lunes pasado, la política ha afrontado críticas por ser joven y mujer, e incluso circuló en redes sociales una fotografía con su nombre de una modelo de OnlyFans que se parece a ella.

A sus 35 años, la mexicana ya cuenta con una dilatada carrera académica y política. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y estudiar una maestría en la estadounidense Universidad de Berkeley, se unió a Morena en 2011, año de su fundación.

En el camino a las presidenciales de 2012 acompañó a López Obrador en su segundo fracaso electoral, pero consiguió un lugar como diputada en el Congreso, en la Comisión de Trabajo y Previsión Social.

Su bagaje en el Gobierno ha sido positivo, con la duplicación de los días de vacaciones obligatorios o el aumento del salario mínimo como sus medidas más destacadas.

Aún así, se ha puesto en duda su capacidad para gestionar las responsabilidades propias de la Secretaría de Gobernación (Segob), tan dispares como migración, derechos humanos, política interior o asuntos religiosos.

También será la interlocutora de López Obrador frente a los partidos políticos, el Congreso, el Poder Judicial, los gobiernos estatales, los organismos autónomos, y otros grupos de interés, como organizaciones civiles y cámaras empresariales.