Manifestantes se congregaron el lunes en las calles de pueblos y ciudades de Venezuela, después de que el presidente Nicolás Maduro se asegurara un tercer mandato en una tensa elección, mientras los líderes de la oposición dijeron que pueden probar que lograron un triunfo “categórico e irreversible”.
Medios reportan el derribo de hasta seis estatuas de Hugo Chávez en varias regiones del país.
Durante la tarde, multitudes estaban en las calles y en varias zonas las concentraciones eran dispersadas por cuerpos de seguridad. Mientras, gobiernos en Washington y otros países ponían en duda los resultados oficiales que mostraron un triunfo de Maduro sobre el candidato opositor Edmundo González.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo justo después de la medianoche que Maduro había ganado un tercer mandato con el 51% de los votos, un resultado que prolongaría por seis años la gestión del chavismo, que ya lleva un cuarto de siglo.
Pasado el mediodía del lunes, el consejo proclamó triunfador a Maduro, un exchofer y excanciller de 61 años, y le entregó una diploma como ganador de los comicios.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, no reveló si habían terminado el escrutinio del 100% de los votos y sólo agregó que el mandatario ganó con la “mayoría relativa de votos válidos”.
Más tarde, la líder opositora, María Corina Machado, dijo que la coalición ya dispone del 73,2% de las actas de votación que mostrarían que González habría obtenido 6,2 millones de votos, y Maduro unos 2,7 millones de sufragios.
“Tenemos cómo probar la verdad del resultado electoral”, agregó Machado a periodistas junto con González y dirigentes de los partidos opositores.
Las “actas demuestran un triunfo categórico e irreversible”, añadió por su parte González, un exdiplomático de 74 años.
Desde la mañana se han registrado protestas antigubernamentales en varias ciudades del país, que según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social ascenderían a 187.
En la central ciudad de Maracay hubo un muerto durante una manifestación, según el reporte de un centro de salud. En Barquisimeto, al oeste del país, hubo cuatro heridos, de acuerdo con datos de un hospital de la ciudad.
“Estamos hartos de esto, queremos libertad, queremos ser libres para nuestros hijos”, dijo a Reuters el mototaxista Fernando Mejía, de 41 años, mientras marchaba en la ciudad de Maracay con su familia.
En Caracas, a unas cuatro cuadras del Palacio de Miraflores, o la casa de gobierno, hombres enmascarados, vestidos de civil y armados cerraron el paso a un grupo de manifestantes, entre mujeres y hombres, que a unos 200 metros gritaban “libertad, libertad”, según testigos Reuters.
En zonas como El Valle, al sur de Caracas, la policía lanzó gases lacrimógenos en un intento de dispersar a los manifestantes.
En Coro, capital del estado Falcón en el noroeste, los manifestantes derribaron una estatua que representaba al fallecido presidente y mentor de Maduro, Hugo Chávez.
Uno de los reclamos de organismos como las Naciones Unidas y el Centro Carter, así como varios países de la región, es conocer la totalidad de votos en cada una de las más de 15.000 mesas que operaron en el país, como se ha hecho tradicionalmente en Venezuela, para constatar la transparencia de la jornada.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó manipulación electoral y represión, y dijo que el anuncio de que Maduro había ganado un tercer mandato había sido despojado a la elección de “cualquier credibilidad”.
Caracas y Washington mantienen desde hace tiempo una conflictiva relación que se remonta a la era del gobierno de Hugo Chávez. Maduro asumió el cargo por primera vez tras la muerte de su mentor en 2013 y su reelección en 2018 es considerada fraudulenta por Estados Unidos y otros países.