La serie llegará a la pantalla de Netflix este año; fue filmada en su totalidad en español y en Colombia y con el apoyo de la familia de Gabriel García Márquez.
En el décimo aniversario de la muerte del escritor Gabriel García Márquez, la plataforma de streaming Netflix dio a conocer este miércoles las primeras imágenes de “Cien años de soledad”, la serie basada en la novela homónima del Premio Nobel de Literatura en 1982.
La serie, de 16 capítulos, está protagonizada por Claudio Cataño (Coronel Aureliano Buendía adulto), Jerónimo Barón (Aureliano Buendía niño), Marco González (Jose Arcadio Buendía), Leonardo Soto (José Arcadio hijo), Susana Morales (Úrsula Iguaran), Ella Becerra (Petronila), Carlos Suaréz (Aureliano Iguarán), Moreno Borja (Melquiades) y Santiago Vásquez (Aureliano Buendía adolescente).
En este primer avance, explica Netflix, “la voz de Aureliano Babilonia descifrando el mítico diario de Melquiades nos traslada a Macondo con la imagen del coronel Aureliano Buendía ante el pelotón de fusilamiento, donde había de recordar aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
“Además, presenta imágenes espectaculares del éxodo que emprendieron José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán en la búsqueda de la felicidad y huyendo de la maldición familiar”, señala.
Para la plataforma, la serie dirigida por Laura Mora y Alex García López, “representa uno de los proyectos audiovisuales más ambiciosos de la historia de Latinoamérica, llevado a cabo por los mejores artistas y técnicos de Colombia y de otros países, filmado en su totalidad en español y en Colombia y con el apoyo de la familia de Gabriel García Márquez”. La serie se podrá ver este año en Netflix.
Esta es la sinopsis de la nueva serie de Netflix, basada en la obra cumbre del escritor colombiano:
Al casarse en contra de la voluntad de sus padres, los primos José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán dejan atrás su pueblo y emprenden un largo viaje en busca de un nuevo hogar. Acompañados por amigos y aventureros, su periplo culmina con la fundación de un utópico pueblo a las orillas de un río de piedras prehistóricas que bautizan Macondo. Varias generaciones de la estirpe de los Buendía marcarán el devenir de este pueblo mítico, atormentadas por la locura, los amores imposibles, una guerra sangrienta y absurda, y el miedo a una terrible maldición que las condena, sin esperanza alguna, a cien años de soledad.
Publicada en 1967, Cien años de soledad es una de las obras emblemáticas de Gabriel García Márquez, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982. Considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal y de enorme repercusión popular, cuenta con más de 50 millones de ejemplares vendidos y traducciones a más de 40 idiomas.
Gabriel García Márquez fue uno de los padres fundadores de un género llamado ‘realismo mágico’ que impregnó la obra de muchos escritores que le siguieron.
En estos diez años no ha decaído el interés por el escritor colombiano, del que hace poco más de un mes se publicó una novela inédita, ‘En agosto nos vemos’ (Random House), en la que trabajó hasta que sus fuerzas se lo permitieron.
Tras ‘Memorias de mis putas tristes’ en 2004, García Márquez (Aracataca, Colombia, 1927-Ciudad de México, 2014) estuvo casi diez años trabajando en un libro que quería que se destruyera pero que sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, decidieron publicar porque consideraron que si su padre lo hubiera querido destruir, lo habría hecho.
Es el cierre de la brillante carrera de uno de los autores más relevantes del siglo XX, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 y de cuya imaginación nacieron obras imprescindibles como ‘Cien años de soledad’, ‘Crónica de una muerte anunciada’, ‘El coronel no tiene quien le escriba’ o ‘Los funerales de la Mamá Grande’.
Obras que se han seguido vendiendo a buen ritmo desde su fallecimiento, especialmente en las ediciones de bolsillo y en las ilustradas, como explican a la agencia EFE desde la editorial Random House, que tiene los derechos de los libros de Gabo en español para todo el mundo con la excepción de México y Centroamérica.
La poesía que rezuman sus obras sigue atrapando a los lectores. Porque García Márquez imprimió un estilo muy particular a todos sus trabajos, ya fueran como novelista, periodista o guionista de cine, algunas de las facetas de este colombiano que nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, y que pasó más de cincuenta años en México.
Aquel municipio del Caribe colombiano en el que nació le sirvió como inspiración para ese Macondo en el que se desarrollaron sus historias, que en gran parte procedían de su propia familia.
Hijo de Gabriel Eligio García, telegrafista y boticario, y de Luisa Santiaga Márquez Iguarñan, Gabo se inspiró en su historia de amor, a la que se oponía el padre de ella, para escribir ‘El amor en los tiempos del cólera’.
Los nueve hijos extramatrimoniales de su abuelo, la costumbre de su hermana Aida Rosa de comer tierra, la abuela que adivinaba el porvenir o los numerosos parientes de nombres iguales, fueron elementos que aparecieron de una u otra forma en sus novelas.
Escribió desde muy joven y su amor por la escritura le llevó a abandonar sus estudios de Derecho. Y con solo 21 años comenzó a colaborar en El Universal de Cartagena, mientras publicaba sus primeros cuentos.
Aquel municipio del Caribe colombiano en el que nació le sirvió como inspiración para ese Macondo en el que se desarrollaron sus historias, que en gran parte procedían de su propia familia.
Hijo de Gabriel Eligio García, telegrafista y boticario, y de Luisa Santiaga Márquez Iguarñan, Gabo se inspiró en su historia de amor, a la que se oponía el padre de ella, para escribir ‘El amor en los tiempos del cólera’.
Los nueve hijos extramatrimoniales de su abuelo, la costumbre de su hermana Aida Rosa de comer tierra, la abuela que adivinaba el porvenir o los numerosos parientes de nombres iguales, fueron elementos que aparecieron de una u otra forma en sus novelas.
Escribió desde muy joven y su amor por la escritura le llevó a abandonar sus estudios de Derecho. Y con solo 21 años comenzó a colaborar en El Universal de Cartagena, mientras publicaba sus primeros cuentos.
Aquel municipio del Caribe colombiano en el que nació le sirvió como inspiración para ese Macondo en el que se desarrollaron sus historias, que en gran parte procedían de su propia familia.
Hijo de Gabriel Eligio García, telegrafista y boticario, y de Luisa Santiaga Márquez Iguarñan, Gabo se inspiró en su historia de amor, a la que se oponía el padre de ella, para escribir ‘El amor en los tiempos del cólera’.
Los nueve hijos extramatrimoniales de su abuelo, la costumbre de su hermana Aida Rosa de comer tierra, la abuela que adivinaba el porvenir o los numerosos parientes de nombres iguales, fueron elementos que aparecieron de una u otra forma en sus novelas.
Escribió desde muy joven y su amor por la escritura le llevó a abandonar sus estudios de Derecho. Y con solo 21 años comenzó a colaborar en El Universal de Cartagena, mientras publicaba sus primeros cuentos.
Siguió con su trabajo de periodista en diversos medios cuando publicó sus dos primeras novelas, ‘La hojarasca’ (1955) y ‘El coronel no tiene quien le escriba’ (1961), esta cuando ya se había instalado en México, que se convirtió en su segunda patria.
Fue entonces cuando se centró en la literatura y dedicó dos años a escribir ‘Cien años de soledad’ (1967), que lo consagró inmediatamente como uno de los grandes autores del momento.
Y como precursor del ‘boom latinoamericano’, junto a autores como Carlos Fuentes, Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa, uno de sus grandes amigos en su época barcelonesa -de 1967 a 1973- y cuya relación terminó bruscamente en 1976 a causa de un puñetazo que le propinó el peruano y que, con teorías más o menos verosímiles, sigue siendo una incógnita.
Agitador cultural por convencimiento, García Márquez tenía alma de reportero, como demostró en sus muchos artículos o en esa joya llamada ‘Noticia de un secuestro’. Y su importancia quedó confirmada cuando en 1982 le concedieron el Premio Nobel de Literatura.
En su fallo, la Academia sueca señalaba que el Nobel recaía en García Márquez “por sus novelas y relatos cortos en los que lo fantástico y lo real se combinan en un universo ricamente compuesto de imaginación que refleja la vida y los conflictos del continente americano”.
Porque García Márquez volcó en sus libros muchas de sus inquietudes sociales y políticas, y su ideología de izquierda le provocó problemas y le llevó al exilio.
Premiado y galardonado en múltiples ocasiones, aseguró en 1994 no querer recibir el Premio Cervantes de Literatura. Ya había ganado el Nobel y quería dejar espacio a otros autores.
Lo que nunca rechazó fue la escritura, porque, como dijo en sus memorias publicadas en 2002: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.
Con información de Aristegui Noticias.