Porque su manera de hacer historia en el boxeo olímpico tras ganar la medalla de plata en París le dieron la recompensa de tener un extraordinario recibimiento a la capital del país, digno de una estrella.

El vuelo AM6 de Aeroméxico venía cargado de sueños cumplidos, alegrías, tristezas y cientos de atletas que se entregaron en la justa olímpica.

Además del boxeador Marco Verde, llegaron Ana Paula Vázquez, medallista de bronce en tiro con arco, el clavadista Juan Celaya, subcampeón olímpico junto a Osmar Olvera, y varios atletas nacionales que nos regalaron grandes momentos desde la capital francesa.

Lo había logrado. Doce años de verme en Juegos Olímpicos se vinieron a mi mente, todos esos momentos de sacrificio, de no poder estar con mi familia, sufrir, estar fuera de casa, los cortes de peso. Lo disfruté bastante”, expresó Verde acerca de lo que pasaba por su mente al subir al podio tras 40 años de la ausencia de preseas para México en el boxeo.

Me moría arriba del ring y todos tendrán su foto conmigo por el apoyo que me dieron, gracias México”, expresó el pugilista mazatleco.

Por otra parte, acerca de los rumores de que su familia había vendido un coche de la marca Mazda para acompañarlo en la justa olímpica, el pugilista mencionó que habló con Miguel Barbeyto, presidente de Mazda México, para aclarar lo sucedido luego de que se le ofreciera a regalarle un auto.

Por su parte, Juan Celaya, compañero de Osmar Olvera, dejó claro que no pararán hasta superar a los clavadistas chinos que han sido el gran rival en la disciplina.

Es historia. Yo lo sigo felicitando (a Osmar Olvera) y sigo muy orgulloso de su trabajo. Nos paramos temprano, estamos siempre antes de la hora y esto era cuestión de tiempo. Seguiremos trabajando para no dejarlos respirar a los chinos”, expresó.

Estoy muy agradecidó que nos brindaron el apoyo de México a París y del apoyo de mi familia”, dijo Celaya.