A diferencia de las constelaciones, el Triángulo de Verano es un asterismo, es decir, un patrón de estrellas que no está oficialmente reconocido como constelación.
Con la llegada del verano, el cielo nocturno ofrece un espectáculo imperdible: el Triángulo de Verano. Esta configuración estelar, formada por tres de las estrellas más brillantes del hemisferio norte, es un fenómeno astronómico que no se puede dejar pasar.
“El Triángulo de Verano es un patrón de estrellas prominente. Sus estrellas (Vega, Deneb, Altair) son tan brillantes que el patrón es visible incluso en las noches de verano luminosas en el hemisferio norte”, informó el medio especializado StarWalk.
Es importante destacar que aunque el nombre del fenómeno hace énfasis en el verano, este puede ser visto durante todo el año, sin embargo, durante este periodo del año es el mejor momento para observarlo, pues estas estrellas alcanzan su punto más alto en el cielo en el hemisferio norte.
“Desde junio, las tres estrellas brillantes aparecen en el cielo del este y viajan a través del cielo nocturno durante toda la noche. A finales del otoño y el invierno del norte, la posición de Vega, Deneb y Altair cambia. Comienzan a aparecer alto sobre el horizonte occidental, mientras que Altair, la más meridional, se pone alrededor de las 22:00 hora local. En primavera, el asterismo es de nuevo visible en el este, pero durante la madrugada”, agregó.
Las estrellas que formarán este fenómeno son las siguientes, ordenadas de la más brillante a las menos brillante:
Vega (α Lyrae, HIP 91262) en Lira (el Arpa);
Altair (α Aquilae, HIP 97649) en Águila (el Águila);
Deneb (α Cygni, HIP 102098) en Cisne (el Cisne).
A diferencia de las constelaciones, el Triángulo de Verano es un asterismo, es decir, un patrón de estrellas que no está oficialmente reconocido como constelación. En lugar de pertenecer a una sola constelación, se forma a partir de estrellas que pertenecen a varias constelaciones diferentes.
Consejos para ver el Triangulo de Verano
No se necesitan equipos especiales para apreciar este fenómeno astronómico. El tamaño de la mayoría de las estrellas es el adecuado para observarlos sin impedimentos, aunque de ser posible se recomienda utilizar binoculares y telescopios, pues estos artefactos ayudarán a ver detalles y texturas.
Por otro lado, la NASA recomienda adecuar la vista al mirar el cielo nocturno, pues tomará al menos 15 minutos que los ojos se adapten a la oscuridad y puedan apreciar los destellos más sutiles.
Además, de ser posible, se debe buscar un lugar oscuro y despejado, preferiblemente fuera de la ciudad, para reducir la interferencia lumínica.
Con información de Aristegui Noticias.