El rescate del sumergible Titan terminó este jueves de la peor manera posible: los cinco ocupantes de submarino que iban a visitar los restos del Titanic murieron por la implosión de la nave. A medida que se saben más detalles del pequeño sumergible, fletado por OceanGate a razón de 230.000 euros por persona y viaje, también trascienden más historias humanas. Por un lado, se supo que la mujer del piloto del submarino es la tataranieta de un matrimonio que murió en el naufragio del transatlántico. Por el otro, este viernes una familiar de la víctima más joven del suceso, Suleman Dawood, afirmó que el chico estaba «aterrorizado» por viajar al Titanic. Otro de los ocupantes, el multimillonario Hamish Harding público su día a día en la expedición en sus redes sociales. Su ‘cuaderno de bitácora’ quedará para la posteridad y su último mensaje es un tanto enigmático.

Harding, de 58 años, tenía un sueño desde pequeño: entrar en el Guinness de los récords. «Pero no quería que fuera por algo aburrido o estúpido como el récord de las pelotas devueltas en una partida de ping-pong o algo similar», explicó una vez. Quería que fuese por méritos propios y eso le llevó a buscar las aventuras más extremas. Además, tenía todo el dinero para hacerlo porque había ganado una fortuna en el mundo de la aviación.

El tripulante era el fundador de Action Group y presidente de Action Aviation, una empresa internacional de corretaje de aeronaves con sede en Dubai. La del Titanic no era la primera misión extrema en la que participaba. En este sentido, entró en el tan ansiado Guinness de los récords tres veces antes morir este domingo en las profundidades del océano Atlántico Norte por una «catastrófica implosión» del Titan.